Hoteles Costa Sorrento

Ubicación

En el corazón de Sorrento, a un paso de la Plaza Tasso y de la alegre Plaza Lauro, inmerso en la absoluta tranquilidad de un jardín florido, el Hotel Eden ofrece una posición ideal para visitar Sorrento y la Península Sorrentina, divisoria de aguas entre el Golfo de Nápoles y el Golfo de Salerno, con Punta Campanella, que separa la Costa Sorrentina de la Costa Amalfitana.
Sorrento cuenta con numerosos medios públicos: además del transporte por carretera, ofrece el metro de superficie Circumvesuviana (estación a 50 metros del Hotel Eden), que comunica con Nápoles en una hora. Por mar, con la hidroala directa Nápoles - Sorrento (35 minutos) en media hora se llega a Pompei y en 50 minutos a Ercolano, y con el Metro del Mar, desde Marina Piccola (punto de partida de las hidroalas que van a Capri e Ischia), a un km del Eden, se llega a Nápoles en 40 minutos, a Positano en media hora y a Amalfi en una hora. Las líneas de bus CTP, dedicadas al turismo, aseguran la conexión entre el puerto de Marina Piccola, la Circumvesuviana, Piazza Tasso y los hoteles durante las 24 horas.

Patria de Torquato Tasso, Sorrento es frecuentada por artistas y literatos desde los tiempos del Gran Tour. La eligieron como residencia, entre otros, Byron, Goethe y Stendhal, por el clima templado y la belleza romántica de los paisajes, definida por el contraste del amarillo de la costa de toba con el azul profundo del mar en el que se precipita, con un panorama que abarca desde Capri hasta el Vesubio, con lujuriantes colinas de mancha mediterránea y plantaciones cítricas.
Aún hoy Sorrento conserva un encanto inmutable, enriquecido con una pizca de mundanidad, especialmente en verano, cuando las prestigiosas temporadas musicales del bellísimo Claustro de San Francisco atraen a un público culto y refinado.

Los orígenes de Sorrento son antiquísimos, griegos antes que romanos. Aún hoy se reconoce el decumano mayor que cruza las callejuelas menores donde se encuentran la Basílica de San Antonio, con numerosos exvotos pintorescos de marineros y pescadores sobrevivientes de naufragios, el Museo Taller Tarsia Lignea, testimonio del arte popular de la taracea lignaria, la Catedral románica, el Sedile Dominova, refinada construcción del siglo XV donde otrora se reunían los nobles para hablar de la administración de la ciudad, y el Museo Correale di Terranova, que en las salas de Villa Correale, con su espectacular terraza al mar y rodeada de espléndidas plantas cítricas, atesora una interesantísima colección de pinturas y objetos cotidianos de la tradición campana de los siglos XVI al XIX. Es sugestivo también el Vallone dei Mulini, a espaldas de la Plaza Tasso, profundo surco en la toba, antigua ubicación de los molinos que abastecían de harina a Sorrento y sus alrededores.
Via San Cesareo es la calle del shopping, llena de tiendas y boutiques donde se pueden adquirir coloridas cerámicas artísticas y objetos de madera taraceada, coral trabajado, refinados encajes y bordados, además de exquisiteces gastronómicas: limoncello, delicias al limón (postre de Sorrento), Provolone del Monaco, trenzas de mozarela y aceite extravirgen de oliva.